Bachelorette party: la elegancia en 4 destinos icónicos

Adiós a las tiaras de plástico y a los cócteles fluorescentes. Hoy, la bachelorette party se eleva al rango de arte de vivir. Entre villas privadas, paseos en barco, spas de lujo y cenas bajo las estrellas, se convierte en un ritual sensorial, íntimo y deslumbrante a la vez.

Te presentamos nuestra selección de destinos icónicos donde celebrar entre mujeres cobra todo su sentido, y todo su estilo.

Ibiza: un fin de semana sensorial entre atardeceres, villa y energía pura

En Ibiza, se reinventa el concepto. Lejos de los clichés estridentes, la isla blanca es perfecta para una celebración refinada, íntima y luminosa.

Entre una villa de diseño, beach clubs cuidadosamente seleccionados, tratamientos energéticos y cenas bajo las estrellas, este programa de 3 días transforma la amistad en un auténtico arte de vivir.

Día 1 – Una llegada de película

Todo comienza con una llegada de ensueño: recepción en el aeropuerto y traslado en coche privado a una villa contemporánea en lo alto de una colina, con vistas al Mediterráneo. La arquitectura apuesta por el minimalismo cálido, el blanco contrasta con la cerámica artesanal, y la piscina invita al descanso.

Tarde de relax junto a la piscina, música seleccionada y mocktails caseros en mano. Al caer el sol, cena con los pies en la arena en restaurantes como Amante o La Gaia, con el sonido del mar y una luz dorada como telón de fondo.

Día 2 – Reconectar contigo misma (y con las demás)

Despertar suave con clase de yoga al aire libre, seguido de un tratamiento energético en la villa. Cada una retoma su ritmo, su piel, sus pensamientos.
Al mediodía, almuerzo saludable en Wild Beets, templo del raw food elegante en Santa Gertrudis.

La tarde continúa en Experimental Beach, con ambiente relajado y spritz en mano, o a bordo de un barco privado rumbo a las calas secretas del sur de la isla.

Por la noche, la villa cambia de cara: guirnaldas, chef privado, dress code blanco. White party a medida, con DJ discreto, cena bajo las estrellas, risas y confidencias hasta la medianoche.

Día 3 – Un día para prolongar el placer

Último despertar en albornoz, té helado de jengibre. Una atmósfera serena, entre luces suaves y silencios cómplices.
Brunch en los jardines de Aubergine by Atzaró, entre huevos pochados, tostadas de aguacate, flores frescas y vajilla de barro.

Un masaje más tarde, cada una se despide con la sensación de haber vivido algo verdadero, estético y profundamente alegre.

El detalle sensorial

Una sesión de sonoterapia al atardecer, con cuencos tibetanos, frecuencias vibracionales y el silencio vibrante del campo ibicenco.

París: elegancia, gastronomía y secretos de iniciadas

Celebrar la amistad en París es regalarse tres días de elegancia, emociones y momentos inolvidables. Entre refinamiento haussmaniano, placeres culinarios y experiencias confidenciales, cada instante es un guiño a la belleza del vínculo femenino.

Día 1 – Llegada con estilo

La llegada tiene aire de cine: maletas en mano, se abre la puerta de un apartamento haussmaniano privatizado o de un hotel icónico como el Saint James o el Nolinski.
La luz atraviesa las cortinas de lino, las molduras se dibujan en el techo, París está listo para recibirte.

Almuerzo en terraza en Ralph’s o Girafe, entre sillones de mimbre y platos impecables. La tarde se tiñe de alta costura: sesión de fotos entre amigas por las calles del distrito 7 o visita privada a un showroom de moda.

Por la noche, cena gastronómica con vestido largo, seguida de un bar de jazz íntimo, donde los acordes suenan como confidencias.

Día 2 – El arte de vivir a la parisina

La mañana comienza con un taller olfativo en la orilla izquierda o una clase de mixología en un bar oculto.
Aprender a componer, dosificar, inventar: un momento de creación y transmisión.

Por la tarde, tea time de palacio en el Ritz o el Meurice. Porcelana fina, carritos de dulces, y esa atmósfera sofisticada que solo París sabe ofrecer.

La noche trae sorpresa. Un apartamento secreto se transforma en salón de fiesta. DJ o pianista, mixólogo, piezas de autor… Todo está pensado para una velada única entre confidencias, risas y burbujas.

Día 3 – Últimas delicias al ritmo de París

Brunch arty en el Marais, entre tostadas de aguacate y jugos prensados, o más tradicional en una de las instituciones culinarias de la ciudad. Luego, paseo chic por los jardines del Palais-Royal o café en Sézane.

Una última mirada cómplice, una sonrisa, y la despedida en un taxi vintage que prolonga la magia.

El detalle sensorial

Una cena privada en un apartamento parisino con chef y pianista clásico. Una experiencia refinada donde la gastronomía se convierte en emoción y el silencio en lujo.

Marbella: ultra glamour frente al Mediterráneo

Sol dorado, arte de vivir andaluz y un toque de glamour: Marbella es la encarnación perfecta de una despedida de soltera sofisticada, entre spa, yate, direcciones ultra exclusivas y una dulce embriaguez bajo las palmeras.

Día 1 – Primeras emociones y bienestar

Llegada a una villa privada con piscina o instalación en el Marbella Club, uno de los hoteles más icónicos de la costa.
Check-in entre limoneros, madera blanca y perfume de azahar.

Tarde de spa en el jardín: hammam, piscina de hidromasaje, tratamientos inspirados en rituales mediterráneos.

Aperitivo con los pies en la arena, cena refinada bajo buganvillas, y la primera copa de champagne bajo las estrellas.

Día 2 – Mediterráneo, yate y noche dorada

Mañana de descanso o clase de yoga en la terraza, seguida de brunch junto al mar en Puente Romano o Sea Grill.

Paseo privado en yate: navegación suave, baños en aguas turquesa, ceviche y prosecco a bordo.
Al volver, preparación con estilo: vestidos largos, brushing brillante, tacones dorados.

Cena en dirección top (Leña by Dani García, Lobito de Mar…), y acceso VIP a uno de los clubs más deseados (Momento, Olivia Valère).

Día 3 – Elegancia andaluza para decir adiós

Desayuno saludable en el patio de la villa.

Paseo por el casco antiguo de Marbella: callejuelas adoquinadas, patios floridos, boutiques bohemias y cerámica colorida.
Almuerzo tardío en un jardín secreto o en una azotea con vista al mar.

Últimas confidencias antes de partir, con sombreros de paja y perfume de flor de naranjo.

El detalle sensorial

Cuando el sol cae lentamente en el horizonte, un DJ lanza los primeros acordes chill, y la brisa marina acaricia la piel con aroma a sal y rosado fresco. Libertad, luz y amistad en estado puro.

Lago de Como: la elegancia italiana sobre el agua

Si Italia fuera una declaración de amor, el Lago de Como sería su punto final. Villas fastuosas, terrazas bañadas por la luz, paseos en Riva y prosecco frío: todo aquí celebra la belleza, el vínculo y la dolce vita. Una escapada refinada entre glamour italiano y suavidad acuática.

Día 1 – Dolce Vita en privado

Llegada a una villa privada en las alturas de Bellagio o junto al lago (Villa Làrio, Passalacqua…), con pétalos de rosas y prosecco como bienvenida.

Almuerzo bajo una pérgola con antipasti, burrata cremosa y tomates del huerto.

Tarde en barco Riva: paseo hasta la Villa Balbianello, baño en una cala escondida, risas y gafas vintage. Aperitivo en el embarcadero, cabello al viento, copa en mano frente al lago.

Cena íntima en la villa con chef privado, seguida de proyección al aire libre o concierto acústico junto al agua.

Día 2 – Diseño, dolcezza y cena blanca

Desayuno en el jardín: focaccia, frutas frescas, ricotta y espresso.

Spa o shopping privado en las calles de Como, según los gustos del grupo.
Almuerzo en Bellagio, bajo las glicinas del Grand Hotel Villa Serbelloni o en una trattoria escondida.

Sesión de fotos en calles adoquinadas, atuendos coordinados y bouquet en mano.

De regreso a la villa, taller floral o clase de pasta casera con spritz cítrico.

Cena blanca en Varenna: junto al agua, DJ privado y ambiente lounge entre farolillos.

Día 3 – Últimos instantes con sabor a limoncello

Mañana suave: meditación guiada en la terraza o paseo silencioso por los jardines.

Brunch final en tonos pastel, mesa decorada con flores, playlist en fondo y recuerdos en los ojos.

Salida en un Alfa Romeo o Fiat 500 descapotable, cabello al viento y promesa de reencuentro.

El detalle sensorial

Un aperitivo privado a bordo de un Riva de madera, deslizándose por las aguas del lago, mientras el sol acaricia las fachadas de las villas. Prosecco vintage, jazz italiano de fondo y brisa cálida en el rostro… Un instante único entre cielo, agua y luz, donde todo cobra intensidad.

Conclusión: celebrar la amistad como un arte de vivir

Celebrar una amistad preciosa, abrir un paréntesis antes del gran salto, crear recuerdos memorables… Una bachelorette party bien pensada es una experiencia en sí misma.

Desde la dulzura bohemia de Ibiza hasta los secretos elegantes de París, el glamour andaluz de Marbella o la majestuosidad del Lago de Como, cada destino ofrece una atmósfera única, pensada para quienes buscan emoción en los detalles y magia en lo íntimo.

Nuestro papel: imaginar, coordinar y embellecer.
Para ofrecerte una escapada a medida, entre estética, sofisticación y sentido.

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